Carecemos de datos concretos sobre los orígenes de la fundación de Calomarde, si bien a principios del Siglo XII aparece ya con el nombre actual, aunque como aldea perteneciente a la ciudad de Albarracín, formando parte, junto con Moscardón, Royuela y Torres de Albarracín, de la Sesma de Frías de Albarracín.
En una reseña que se hace con motivo de la inauguración por el Obispo Martín, de la Catedral primitiva de Santa María de Albarracín, en el año de 1172, ya se cita al párroco de Calomarde, como uno de los asistentes.
La actual Iglesia se construyó en 1628, sobre el terreno de otra, ya existente. Cabe destacar la piedra que aparece en la pared con una inscripción en latín, perteneciente a una familia romana.
El 27 de Agosto de 1689 el Rey Carlos II firmó el llamado privilegio de separación, pasando Calomarde a ser municipio independiente, al igual que el resto de aldeas que integraban la Ciudad de Albarracín.
La evolución de sus habitantes fue siempre lenta y fluctuante. En 1495 contaba con 76 casas de vecinos habitadas. En el reinado de Carlos III, en 1787 había 246 habitantes. Don Isidoro de Antiñón en 1796 nos habla de 90 vecinos. En el censo de 1867 aparecen 91 vecinos y en el de 1909 figuran 115 varones de más de 26 años con derecho a voto. Teniendo en cuenta que el número de mujeres sin derecho a voto podría ser similar y sumando a ambos sexos los de edad inferior a 26 años (la más numerosa) podría estimarse una población cercana a 450 habitantes.
A partir de esta fecha la población decrece con un pequeño repunte en los primeros años de la posguerra civil, hasta el año 1947 que se inicia un éxodo masivo que no ha cesado.
La actividad de los habitantes de Calomarde a finales del Siglo XVIII se repartía de la siguiente forma:

  • Curas.
  • Beneficiados .
  • Sacristán.
  • Abogado.
  • Estudiantes.
  • Artesanos.
    • Tejeros.
    • Alfareros.
    • Tejedores
  • Criados.
  • Otros.

El resto eran labradores y ganaderos, actividades éstas compartidas casi siempre.